domingo, 26 de septiembre de 2010

Le Meridien RA

Este fin de semana hemos disfrutado de un merecido descanso en Le Meridien RA beach hotel & spa.


 El hotel está ubicado en el Antiguo Sanatorio de Sant Joan de Déu en San Salvador (Costa Daurada), centro inaugurado en 1929 por Alfonso XIII, dedicado a la cura de niños con enfermedades respiratorias.
Después de que el Sanatorio cerrara, el edificio quedó abandonado durante muchos años hasta que lo restauraron convirtiéndolo en este hotel de lujo.

El hotel enamora por su decoración serena, jardines armoniosos, buena gastronomía, localización inmejorable en primera línea de mar y por su amplitud, calma y silencio. Pero sobretodo por su servicio atento y amable dispuesto a garantizarte una estancia relajada e inolvidable.

El hotel dispone de una zona de playa en el que "Mustafá" te acompañará a la hamaca que escojas mientras las amables camareras del beach club te preparan un mojito.


En la azotea del hotel está la piscina con una agradable terraza con vistas al mar y una braserie abierta desde la mañana para tomar el aperitivo, almorzar o cenar. 


Para comer hay varias opciones. En el restaurante "La viña del Penedés" encontrarás una extensa carta donde dominan los pescados. El buffet "Blau marí" te dará los buenos días con un desayuno muy variado y con vistas al mar. También se puede comer y cenar en este buffet, escogiendo mesa en la terraza o dentro. Los platos son bastante elaborados e incluso con detalles minimalistas en los entrantes pero para ser un buffet lo encuentro un poco caro pues el precio no dista mucho del restaurante a la carta del hotel.
Otras opciones para picar o tomar algo son el salón piano-bar, la terraza Orangerie situada en un patio interior que casi pasa desapercibido dentro de la amplitud del hotel pero merece la pena visitarlo aunque sólo sea por el aroma que desprenden los limoneros. Y la terraza con vistas al mar apta para tomar el aperitivo de día y copas de noche.


Las habitaciones son grandes y la cama enorme y muy muy cómoda. Además tienen una pequeña terraza que da a un estanque artificial muy relajante y desde dentro de la habitación el efecto óptico que provoca es que el estanque y el mar son uno. 
En esta foto podréis ver la amplitud de la que os hablo con las dimensiones del lobby que da la bienvenida al entrar en el hotel.

Y dejo para el final el RA Wellness. En este centro encontraréis tratamientos de estética y belleza, tratamientos Talaso como bañeras, algas, lodos, duchas vichy, sala de ozono,... tratamientos secos como masajes tradicionales, orientales, con piedras, drenajes y un largo sinfín. Además cuentan con un centro ayurvédico formado por un médico y terapeutas indios  que proporcionan terapias y masajes siguiendo su tradición milenaria. Completan el spa un centro Beauty La Prairie, una zona fitness, otra de aguas y la Tissanerie (mmmm!), que es un salón de descanso y de espera entre un tratamiento y otro en el que te ofrecen todo tipo de tés, fríos o calientes, mientras ojeas libros, revistas o simplemente te relajas mirando la cascada exterior rodeada de bambú.

Pero no todo iban a ser buenas críticas. Se merecen un tirón de orejas por cobrar a los clientes del hotel el alquiler de bicicletas (5€/pax/hora) y el parking más cuando el coche está en el exterior (en una zona habilitada para coches en el jardín del hotel, ed. feo-feo).
Aun así, merece mucho la pena ir. Buscad cualquier cumpleaños, aniversario o próximo festejo para regalaros una estancia RA (eso sí, dejad el coche en la calle, estáis avisados ;))

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